domingo, 21 de fevereiro de 2010

María Zambrano, "La tumba de Antígona".

"A mí me ha cogido muchas veces la lluvia en el campo cuando iba con mi padre y no teníamos dónde guarecernos. Y era buena esa lluvia, era bueno, aunque duro ir al descampado. Gracias al destierro conocimos la tierra".

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